PÁTZCUARO, Michoacán.- Dentro de la variada y rica gastronomía que ofrece la región lacustre a los turistas que la visitan durante las festividades de Semana Santa, se encuentran los charales, un pez extraído del Lago de Pátzcuaro, que es preparado de diferentes maneras.
Se trata de un verdadero manjar, que se ha convertido en uno de los platillos preferidos de quienes degustan de la cocina tradicional purépecha.
Numerosos establecimientos ubicados en la región lacustre ofrecen dicho alimento, el cual forma parte del arte culinario de los pueblos tradicionales.
Los charales son peces pequeños (de 6 a 12 cm), delgados, comprimidos lateralmente, cubiertos de escamas, con una banda plateada en los flancos; de cabeza larga y aplanada, hocico romo, boca chica con dientes y protráctil y labios gruesos.
“Según estudios elaborados por especialistas, habitan en el lago tres especies de charales: el prieto, el blanco y el pinto, especies que comparten hábitos alimenticios reproductivos, aunque de otra parte, presentan distintos rangos de distribución. De estas tres especies de charal el más abundante en el lago, es el blanco, mientras que el pinto es el más escaso debido a la sobreexplotación pesquera”, según información obtenida por este medio.
En las islas y comunidades ribereñas abundan establecimientos de venta de alimentos que ofrecen como platillo principal o como “botana”, el charal.
Los charales se preparan de distintas formas: con aguacate; doraditos y crujientes, acompañados con ensalada de jitomate, lechuga y cebolla; enchilados; entre otras.
“Sin duda, los charales son mi comida favorita cuando visito Pátzcuaro, pues son muy suculentos”, indicó un turista de Villahermosa, Tabasco.