Por el Arq. Miguel Vega Saavedra
Hace 75 años, un 30 de septiembre de 1948 se estrenó con gran éxito en el cine #Alameda de la ciudad de #México “#Maclovia”, un clásico de la cinematografía mexicana de la época de oro la cual fue dirigida por Emilio “Indio” Fernández y filmada en locaciones de #Pátzcuaro, su lago y la isla de #Janitzio, así como en los estudios #Churubusco.
Y no es casualidad que se haya escogido el aniversario del natalicio de José María Morelos y Pavón para su estreno, pues siendo una producción del cine nacionalista e indigenista, esta fecha resultaba significativa para el discurso patriótico manejado por Fernández en este filme, además de ser una fecha importante para los pobladores de Janitzio no sólo por contar quizás con el mayor monumento escultórico al héroe insurgente, sino porque además es la fiesta patronal del lugar en honor a San Jerónimo.
La realización de esta película que logró permanecer nueve semanas en cartelera se debe principalmente a dos personajes: Luis Márquez Romay y Emilio Fernández. Marquez fue un fotógrafo mexicano que en la decada de los 20’s del pasado siglo XX trabajando para el Taller de Fotografía y Cinematografía de la
Secretaría de Educación Pública cuyo secretario era José Vasconcelos, visitó en 1923 la isla de Janitzio durante la celebración de la “Animecha K’jetzitakua”, lo cual además de causarle una gran impresión sobre la cultura de los pueblos originarios, le permitió conocer sus mitos y leyendas durante los días que permaneció en la isla.
Esta experiencia lo llevó a escribir el argumento de una trágica historia de amor entre dos jóvenes indígenas, víctimas de un fuereño que se interpone entre los dos enamorados y de las rígidas costumbres de la comunidad. Sin emabargo fue hasta 1934 en que esta historia es llevada al cine en la película “Janitzio”, dirigida por Carlos Navarro y protagonizada por un novato Emilio Fernández que para entonces recién regresaba de Hollywood donde incursionó en diferentes roles en la industria cinematográfica.
Años más tarde, Emilio Fernández ya como director llevaría nuevamente a la pantalla la misma historia en 1943 en la aclamada cinta “María Candelaria” ambientada en los canales de Xochimilco de la ciudad de México y que logró ganar el Grand Prix del Festival de Cannes en 1946. Pero será cinco años después, en 1948 que el Indio Fernández realiza una tercera versión retomando los escenarios de la historia original escrita por Luis Márquez pero adaptada en esta nueva producción por el propio “Indio” Fernández a partir de un argumento de Mauricio Magdaleno.
Pero además de ambientarse nuevamente en el lago de Pátzcuaro, este remeke no solo contó con la participación del “Indio” en la dirección sino también del destacado fotógrafo de cine Gabriel Figueroa (con quien ya había hecho mancuerna Fernández en otros filmes) y a los famosos actores de la época María Félix y Pedro Armendariz en los papeles protagónicos interpretando a los indios “Maclovia” y “José María”, así como al propio Luis Márquez que al igual que en Janitzio tuvo a su cargo la fotografía fija. Todos ellos a excepción de Armendariz buscaron en Pátzcuaro las locaciones de la película al lado de Diego Rivera, tal como lo relata Figueroa en sus memorias:
“Cuando fuimos a Pátzcuaro para buscar locaciones para Maclovia, [Diego] Rivera nos acompañó a Emilio Fernández, María Félix y a mí. El maestro quería quedarse un día más por el tianguis; me invitó a ir con él [...] tenía una pequeña libretita donde hacía bocetos señalando los colores y copiando el movimiento de los indígenas en acción a una gran velocidad. Doblaba la hoja, hacía otro y otro más [...] yo veía a través de sus ojos lo que los míos miraban pero no veían”. [Gabriel Figueroa, Memorias, UNAM - DGE / Equilibrista, México 2005 en José Felipe Coria, Imágenes que forjaron una patria 12: Maclovia, el Indio, Figueroa y Luis Márquez, o del film al filmstill, Revista “Icónica. Pensamiento filmico”, 17 de marzo de 2023.]
Con lo anterior podemos además darnos cuenta que el cine no estaba aislado del resto de las artes y que todo el movimiento artístico nacionalista post-revolucionario se nutría e influenciaba mutuamente de cada una de sus disciplinas y creadores como la fotografía, la música, el grabado, la pintura (dentro de la cual el muralismo cobró un papel relevante) y el propio cine.
Al respecto es de destacar que buena parte del cine mexicano de la época de oro recibió la influencia estética del cineasta ruso Sergei Eisenstein quien entre 1930 y 1932 estuvo en nuestro país filmando una película que no logró concluir y que llevaría por titulo “¡Qué viva México!” (terminada por su asistente Grigori Aleksándrov varias décadas después).
En ella pretendía retratar la esencia de México bajo una óptica que nunca se había visto en el cine producto de su estilo personal y de lo que abrevó del movimiento artístico mexicano de la época como el muralismo y la fotografía de vanguardia, y que pese a no terminarla inspiró a varios cineastas mexicanos entre ellos al ‘Indio’ Fernández que como director creó un estilo propio bajo su influencia (de quien dijo consideraba como su maestro) en la búsqueda de un cine de carácter nacionalista, resaltando en varios filmes el tema indígena, sus costumbres y tradiciones, haciendo referencias a la historia patria y mostrando paisajes naturales que plasmaban su visión de lo mexicano, tal como sucede en “Maclovia”, por lo que es indudable que en Pátzcuaro encontró uno de los lugares ideales para estos propósitos, a lo cual se sumó la fotografía de Gabriel Figueroa que hizo de los diferentes escenarios de filmación como el lago, la isla, el panteón de Janitzio o las calles de Pátzcuaro un personaje más de Maclovia.
Siendo esta película una nueva versión de la historia trágica de enamorados de la isla de Janitzio y bajo los postulados del cine nacionalista no podía dejar fuera la celebración más emblemática del lugar, por lo que es la segunda película después de “Janiztio” que muestra la “Noche de Muertos” y la que más contribuyó a su difusión dada la mayor proyección nacional e internacional que tuvo este filme conocido en algunos países como “Los novios” (en Argentina), “Feudalismo Mexicano” (en Italia) o “Belleza Maldita” (en el resto de Europa), teniendo participación en el Festival Cinematográfico de Venecia en 1949 donde fue premiada con Medalla de Oro.
El rodaje comenzó el 16 de febrero de 1948 siendo filmada la mayor parte en la isla de Janitzio y el lago de Pátzcuaro pero incluyendo también algunas escenas de Pátzcuaro, concretamente de la plaza de San Francisco y las calles Terán y Dr. Coos por donde el indio José María (Armendariz) carga una pesada canoa luego de comprarla en la famosa tienda patzcuarense que aún hoy subsiste “El Golfo de México”, escenas que debieron generar una gran curiosidad y asombro entre los habitantes de la ciudad, en esa época apacible y tranquila, carente de automóviles y con escasa actividad comercial, ante una producción de esta magnitud que interrumpió la serenidad cotidiana ya descrita.
Hoy a 75 años de la filmación y estreno de esta película recordamos esta joya de nuestro cine nacional y que forma parte de las tantas producciones en las que vemos a PATZCUARO EN EL CINE.
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